Ensayo
Secuencia vital Una copa de vino o una lata de cerveza acompañando una noche fría de invierno, y unas canciones lentas para no dejar al alma callar. Una escena que deja que los dibujos del espíritu se vean pintados hasta en las paredes más simples como las de mi casa, blancas y lisas. Aunque no suele suceder muy seguido, tal vez sea en alguna de estas situaciones, donde me encuentro acompañado de mi ser, donde encuentro una especie de musa que sirve a mi prosa, aquella que a veces es bella, pero, a veces roza. Quizás sea este el contexto más adecuado para dejar a mi expresividad abalanzarse ante la racionalidad más lógica que domina nuestras épocas. Poco se valora a aquel que expresa y demuestra lo más humano. Me arriesgo a confesarles, que, en realidad, la poesía es aquella que más se ha ganado mi corazón, pero para eso tendremos tiempo en algún otro momento. Hoy, aquella musa me ha encaminado hasta aquí, yo hablándoles a ustedes. Hoy, esta musa se ha encontrado con...